Nuestro Señor Jesucristo se preocupa profundamente por nosotros. Se regocija en nuestra alegría y llora con nosotros en nuestra tristeza. Nos permite pasar por pruebas en esta tierra para refinarnos y acercarnos más a Él.
¿Cuándo fue la última vez que pasaste por una prueba severa? Quizás estés experimentando una ahora. Cómo respondemos en tiempos de dificultad es una medida más verdadera de nuestro carácter que nuestro comportamiento en tiempos buenos. Para bien o para mal, nuestro carácter a semejanza de Cristo se revela en momentos de desafío extremo. TEN EMPATÍA POR AQUELLOS QUE ESTÁN EN EL FUEGO Nuestro Señor Jesucristo se preocupa por nosotros más profundamente de lo que podemos comprender. Su profunda empatía está bellamente encapsulada en el mandato: "Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran" (Romanos 12:15 NVI). Los seguidores de Cristo están llamados a encarnar esta misma empatía y comprensión mutua. Aunque a menudo fallamos, este es el estándar establecido para todos nosotros. LOS MOMENTOS DIFÍCILES REVELAN NUESTRO CARÁCTER Las pruebas que enfrentamos en la tierra, por más desalentadoras y dolorosas que sean, tienen un propósito claro. "En esto se alegran ustedes grandemente, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, han tenido que sufrir diversas pruebas. Así su fe, de más valor que el oro, que aunque perecedero se prueba con fuego, resultará en alabanza, gloria y honor cuando Jesucristo sea revelado." (1 Pedro 1:6-7 NVI) Nuestra fe es increíblemente preciosa para Cristo. Es como una montaña de oro puro, refinada y purificada por el fuego. Nuestras pruebas, aunque desafiantes, demuestran la autenticidad de nuestra fe, llevando a alabanza, gloria y honor para Jesucristo. NUESTRO LLAMADO A LA ACCIÓN "Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a cabo su obra hasta el final, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte nada." (Santiago 1:2-4 NVI) Nuestras pruebas son parte de un proceso de refinamiento diseñado para fortalecer nuestra fe y llevarnos a un lugar de madurez espiritual y plenitud en Cristo. Esta transformación ocurre cuando nos rendimos al fuego refinador de Dios. NOSOTROS SOMOS REFINADOS Isaías 48:10 declara: "Yo te he refinado, pero no como se refina la plata; te he puesto a prueba en el horno de la aflicción." Somos refinados y purificados por el fuego santo de Dios. No es castigo sino preparación, equipándonos para ser discípulos más fuertes, fieles y efectivos. CONCLUSIÓN En verdad, los tiempos difíciles revelan nuestro carácter, pero más importante aún, son utilizados por Dios para refinar y fortalecer nuestro carácter, acercándonos más a Él. Mientras navegamos a través del fuego sagrado del refinenador, aferrémonos a la promesa de que nuestras pruebas nos están moldeando a la imagen de Cristo, preparándonos para brillar como oro puro en el reino de nuestro Padre Celestial, Cristo Jesús Su Hijo y el Espíritu Santo: la bienaventurada Trinidad. Somos refinados. Estamos siendo refinados. Continuaremos siendo refinados. Tu siervo aspirante en este viaje de refinamiento, Daniel M. 07 de Febrero de 2024 POSDATA: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes les bendicen, por favor vayan a www.SOLIDpastors.org, donde las encontrarán publicadas, y un repositorio de todas, en inglés y español. Si alguna vez quieren charlar, pueden contactarme en [email protected]. Que Cristo les bendiga ricamente mientras tienen sus propias conversaciones íntimas y diarias con Cristo. Comments are closed.
|
Devocional diarioReflexiones devocionales por Daniel Mueller, fundador de SOLIDpastors Archives
August 2024
|