AMOR POR LA PALABRA DE DIOS

La Palabra de Dios, tal como se encuentra en las Escrituras, es sagrada y santa. Como líderes en el ministerio y en el ámbito laboral, debemos seguir lo que está escrito para poder liderar a otros con integridad, guiándolos a seguir todo lo que se encuentra en la Biblia.


Cada líder debe considerar el siguiente pasaje y decidir por sí mismo si esta afirmación es verdadera: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra." (2 Timoteo 3:16-17 NVI). Si esto es verdad, como yo creo que lo es, entonces debería impactar nuestro liderazgo en cada manera, forma y aspecto.


Muchos líderes en el ministerio y en el ámbito laboral han moldeado su sistema de creencias para conformarse a lo que creen que es verdadero, sin comprender profundamente lo que la Palabra de Dios tiene que decir. Puedes preguntarte legítimamente cómo cualquier seguidor de Cristo podría hacer esto. Aquí te explico cómo es posible: Podemos amar el ministerio (si somos líderes en el ministerio vocacional) o el ámbito laboral (si estamos allí), más de lo que amamos la Palabra de Dios, que nos informa exactamente cómo comportarnos en esa esfera de influencia.


AMOR POR EL MINISTERIO
Lamentablemente, muchos líderes en el ministerio aman el "ministerio" más que la Palabra de Dios. Aman la identidad como "ministro", "pastor" o cualquier otro título que comunique una designación especial de distinción. Aman los actos de predicar, enseñar y liderar. Aman las relaciones que se forman en la comunión alrededor de su ministerio. Lo que falta es un profundo amor por la Palabra de Dios, a tal grado que se siga, primero en su propia vida y luego en la vida del ministerio que lideran.


Si esto te describe a ti, Dios te está llamando al arrepentimiento. Busca su perdón. Lo encontrarás. Sumérgete en la Palabra de Dios en busca de orientación sobre cómo debes dirigir tu vida, familia y organización. Ama a Dios con todo tu corazón. Ama también la Palabra de Dios con todo tu corazón. Son uno y lo mismo, ya que: "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio." (Juan 1:1-2 NVI). Jesucristo es el Verbo. El Verbo es Jesucristo. Como seguidores de Cristo llamados al liderazgo, debemos permanecer fieles a la Palabra de Dios y obedecer todo lo que está escrito en las Escrituras. ¡Amén!
En resumen, ama menos tu papel en el ministerio vocacional y ama más a Dios y a Su Santa Palabra.


AMOR POR EL ÁMBITO LABORAL
Igualmente lamentable, muchos líderes en el ámbito laboral que dicen seguir a Cristo piensan que están de alguna manera exentos de los mismos mandatos que las Escrituras de Dios establecen para los líderes en el ministerio vocacional. Separan su trabajo y su fe. Este es uno de los mayores y más exitosos engaños de Satanás y sus demonios: convencer a los líderes en el ámbito labotal de que son menos importantes que los líderes en el ministerio vocacional, para el cumplimiento de la Gran Comisión. ¡De ninguna manera!


Somos iguales a los ojos de Dios. Los seguidores de Cristo en el ministerio y en el ámbito laboral están bajo las mismas pautas que se encuentran en 1 Timoteo: "Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea." (1 Timoteo 3:1 NVI) La gran mayoría de los teólogos cristianos tienen una interpretación demasiado estrecha de esta Escritura. Si Dios te ha llamado a ser un seguidor de Cristo y te ha dotado de habilidades y oportunidades de liderazgo, entonces eres un obispo de aquellos confiados a ti.


Como CEO de tu empresa, por ejemplo, eres el pastor principal de esa iglesia. Ellos son tu congregación. Eres su pastor y obispo de las almas puestas bajo tu cuidado. No tengo tiempo aquí para adentrarme en la teología del trabajo, pero todos hemos sido llamados al ministerio a tiempo completo. Nadie está exento. Como líder seguidor de Cristo, si no estás liderando en el ministerio vocacional, estás llamado a liderar en el ámbito laboral, ya sea en un negocio, gobierno u organización sin fines de lucro.


En resumen, ama menos tu papel en el ámbito laboral y ama más a Dios y a Su Santa Palabra.


EL ESTÁNDAR DEL OBISPO
Hoy puede ser la primera vez que hayas considerado la posibilidad de que eres, de hecho, un Obispo. Es una responsabilidad grande. Te animo a leer 1 Timoteo, capítulo 3, y otros pasajes de las Escrituras que establecen las calificaciones. Creo que Dios quiere que cualquier líder en cualquier rol de liderazgo viva de acuerdo con los estándares que se encuentran aquí. Si estoy equivocado y vives de acuerdo con estos estándares como si tuviera razón, el fruto que darás será una mayor santidad y un mejor liderazgo. Así que, según lo veo, no tienes nada que perder y todo por ganar al rendirte al "Estándar del Obispo".


CONCLUSIÓN
Como líder seguidor de Cristo, estás llamado al ministerio a tiempo completo. Algunos son llamados al ministerio vocacional, mientras que la mayoría son llamados al ámbito laboral o a una combinación bi-vocacional. Dondequiera que te encuentres, tu liderazgo debe basarse en la Palabra de Dios, como se encuentra en Sus sagradas Escrituras. Ama la Palabra de Dios. Estúdiala. Medita en ella. Sobre todo, síguela y guía a otros a hacer lo mismo.


En las palabras de este famoso y querido pasaje de las Escrituras: "Y lo que has oído de mí ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros." (2 Timoteo 2:2 NVI) Que el amor a la Palabra de Dios te llene, por el poder del Espíritu Santo. Y que te multipliques a través de tu posición de liderazgo, basando tu vida en el amor a la Palabra de Dios. Amén.
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Como un siervo en formación, Daniel M.
28 de diciembre de 2023
POSDATA: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes te bendicen, por favor ve a www.SOLIDpastors.org, donde las encontrarás publicadas y un repositorio de todas, en inglés y español. Si alguna vez quieres charlar, puedes comunicarte conmigo en [email protected]. Que Cristo te bendiga ricamente mientras tienes tus propias conversaciones íntimas y diarias con Él.