Desde el principio de la humanidad, Dios nos ha estado diciendo que amarlo era nuestra máxima prioridad. Luego, Jesús vino y nos dio una segunda prioridad importante.
LOS GRANDES MANDAMIENTOS A Jesús le preguntaron que nombrara el mandamiento más grande. Jesús respondió: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". Este es el primer y más grande mandamiento. - Mateo 22:37-38 Sin embargo, Jesús fue más allá y nos dio nuestra segunda prioridad más alta, ya que Cristo continuó diciendo: "Y el segundo es semejante a este: 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'. En estos dos mandamientos se sostiene toda la Ley y los Profetas". - Mateo 22:39 Desde que Jesús caminó sobre la Tierra, recibimos este nuevo imperativo: "Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo, todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros". - Juan 13:34-35 APLICACIÓN PRÁCTICA Amarnos a nosotros mismos y a los demás es una directriz para la vida diaria y un principio rector para todas nuestras interacciones humanas y toma de decisiones. Aquí hay algunas aplicaciones prácticas del Segundo Mandamiento más grande: Amor propio: En primer lugar, para amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, debemos amarnos a nosotros mismos como Cristo nos ama. Entonces, estamos en condiciones de amar a nuestro prójimo y comprenderlo mejor. Para mí, mi tiempo tranquilo diario con Cristo es fundamental para experimentar el amor de Dios por mí. Al hacerlo, estoy mejor preparado para amarme a mí mismo. Luego, me encuentro mejor equipado para amar a los demás. Empatía: La empatía implica tratar de ponernos en el lugar de la otra persona. Requiere tomarse el tiempo para escuchar las historias de los demás, tratar de ver el mundo desde su perspectiva y validar su derecho a sus sentimientos. Para mí, tengo que ser paciente y permitir que las personas se expresen completamente, haciendo preguntas y sondeando. Descubro que tener curiosidad por los sentimientos de otra persona realmente ayuda a ser más empático. También descubro que no puedo tomar lo que las personas dicen a simple vista, sino que tengo que hacer preguntas para explorar el "significado debajo del significado" de lo que están diciendo. Actos de bondad: Ya sea ayudar a alguien con sus compras, ser voluntario en una organización benéfica local o simplemente ofrecer una palabra de aliento, los pequeños actos de bondad pueden tener un impacto profundo. Como aspirante a líder, me doy cuenta de que otros observan mi comportamiento y se ven influenciados por él. Debo ser consciente de ese hecho y ser un modelo de comportamiento para que otros sigan. Tolerancia y aceptación: Aceptar la diversidad. Comprender que todos vienen de diferentes orígenes, tienen diferentes creencias y enfrentan desafíos únicos. Aceptar y respetar estas diferencias es crucial para amar verdaderamente a nuestro prójimo. Para mí, es necesario suspender el juicio hacia los demás. Si estoy juzgando a alguien, no puedo amarlo de la manera en que Cristo quiere que lo ame. No me corresponde juzgar a los demás; debo dejar ese trabajo a Jesucristo y ceñirme a mi trabajo de amar a los demás con el amor no juzgador de Cristo. Perdón: Aferrarse a la ira y al rencor puede ser perjudicial no solo para nosotros mismos, sino también para nuestras relaciones. Siguiendo el ejemplo de Cristo, debemos esforzarnos por perdonar a los demás como deseamos ser perdonados. Para mí, es fundamental que no albergue resentimientos. Eso me roba la capacidad de amar a los demás con el amor de Cristo. Debo perdonar a los demás, incluso cuando no lo pidan, y especialmente cuando no sienta ganas de perdonarlos. Caridad: Ya sea a través de donaciones de dinero, tiempo o recursos, tenemos la oportunidad de mejorar directamente la vida de quienes nos rodean. La caridad no se trata de gestos grandiosos; es tranquila, humilde y puede ser tan simple como comprar una comida para alguien necesitado o regalar ropa que ya no usamos. Para mí, es importante darme cuenta de que todos los recursos pertenecen a Cristo. No son mi dinero ni mis cosas. Y es útil reflexionar que no llevaré nada conmigo de este mundo. Construcción de comunidad: Formar comunidades estrechas nos permite apoyarnos mutuamente en momentos de necesidad. Esto se puede lograr a través de eventos vecinales, grupos de estudio o cualquier actividad comunal que promueva la unidad. Para mí, significa construir relaciones más profundas con otros hombres y parejas, tanto aquellos que siguen a Cristo como aquellos que no. Los seguidores de Cristo me mantendrán responsable y me ayudarán a crecer. En cuanto a los no seguidores de Cristo, Cristo me utiliza para ayudarles a desarrollar una relación personal con Él al desarrollar una relación personal conmigo, de modo que puedan estar expuestos a las enseñanzas de Cristo y tener un ejemplo positivo de cómo es un seguidor de Cristo. Me encanta este dicho: "Es por atracción, no por promoción". Difundir el amor: En un mundo lleno de negatividad, difundir el amor de Cristo puede ser revolucionario. Gestos simples como elogiar sinceramente a alguien, compartir historias edificantes sobre la provisión de Cristo para nosotros o simplemente estar allí para alguien pueden tener un gran impacto. Para mí, la pregunta es esta: "¿Estoy difundiendo mi amor con mi fuerza, o estoy difundiendo el amor de Cristo, con el poder de Cristo? Si estoy amando a los demás con mi propia fuerza y carne, entonces mi amor es fatalmente defectuoso. Si estoy dando el amor de Cristo, entonces estoy difundiendo el amor que Cristo me manda a difundir. CONCLUSIÓN El segundo mandamiento más grande nos anima a mirar más allá de nuestras diferencias y reconocer el valor inherente en cada individuo. A medida que nos esforzamos por incorporar este principio en nuestra vida diaria, no solo nos acercamos más a Dios, sino que también modelamos mejor a Cristo. Recordemos las palabras de Jesús y hagamos un esfuerzo consciente por amar a los demás, sin importar quiénes sean, con el poderoso amor de Cristo. Al hacerlo, cumplimos con la esencia de la enseñanza divina de Cristo Jesús: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Amén. Su siervo aspirante, Daniel M. 30 de octubre de 2023 P.S.: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes les bendicen, por favor visiten www.SOLIDpastors.org, donde encontrarán estas publicaciones y un repositorio de todas ellas en inglés y español. Nota: Todas las escrituras citadas son de la versión NIV. Si alguna vez desean charlar, pueden contactarme en [email protected]. Que Cristo les bendiga abundantemente mientras tienen sus propias conversaciones íntimas y diarias con Cristo. Comments are closed.
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