Cuando declaramos que pertenecemos a Cristo, la expectativa es que comencemos a comportarnos como Él. Aquí hay una buena oración universal para todos, desde el nuevo creyente hasta el erudito bíblico:
"Muéstrame tus caminos, Señor; enséñame tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres Dios, mi Salvador, y en ti confío todo el día." (Salmo 25:4-5) TENER UN ESPÍRITU ENSEÑABLE Para tener un espíritu dócil, debemos darnos cuenta de que necesitamos ser enseñados. Esta escritura nos ayuda a comprender que, no importa cuánto sepamos y cuán piadosas sean nuestras vidas espirituales, hay una brecha infinita entre nuestros caminos y los caminos de Dios: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos", declara el Señor. "Como los cielos son más altos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos." (Isaías 55:8-9) Debemos mantenernos abiertos a ser enseñados y nunca pensar que hemos "llegado" a un lugar donde no necesitamos ser enseñados por Cristo. ABRAZAR LAS ENSEÑANZAS DE DIOS CON UN CORAZÓN HUMILDE Como seguidores de Cristo, nuestro viaje espiritual es un camino en constante evolución de crecimiento y aprendizaje. Este viaje está bellamente encapsulado en Santiago 4:6, que dice: "Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes". Esta escritura nos recuerda la importancia de la humildad en nuestra caminata con Dios. No se trata de alcanzar un estado de conocimiento perfecto o iluminación espiritual, sino de buscar continuamente la guía y la sabiduría de Dios con un corazón humilde y dócil. LA ESENCIA DE LA HUMILDAD La esencia de un corazón humilde radica en reconocer nuestras propias limitaciones y la naturaleza ilimitada de la sabiduría de Dios. Nuestra comprensión y conocimiento, por profundos que sean, son minúsculos en comparación con la vasta sabiduría de Dios. En Romanos 11:33, Pablo exclama: "¡Oh, la profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e incomprensibles sus caminos!" Este pasaje nos llama a maravillarnos ante la sabiduría incomprensible de Dios, animándonos a permanecer siempre como estudiantes de Su palabra y Sus caminos. LA HUMILDAD ES DIFERENTE PARA DIFERENTES PERSONAS No podemos juzgar efectivamente la humildad o la docilidad de los demás. La humildad en nuestro viaje espiritual implica respetar la individualidad del camino de cada creyente. La diversidad de nuestras experiencias y entendimientos enriquece el cuerpo de Cristo. Se nos recuerda en 1 Corintios 12:12-14: "Así como el cuerpo es uno solo, pero tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos fuimos bautizados en un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo, ya judíos o gentiles, esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu." Esta escritura nos enseña que la diversidad dentro del cuerpo de Cristo no sólo es natural, sino necesaria para el crecimiento y la edificación de la iglesia. ESTAR ABIERTOS A LA CORRECCIÓN Estar abiertos a la corrección y a una nueva comprensión también es crucial en nuestra caminata con Dios. Proverbios 19:20 aconseja: "Escucha el consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio en el futuro". Este versículo enfatiza el valor de aceptar la orientación y la corrección, considerándolas como escalones hacia una mayor sabiduría y madurez espiritual. LA HUMILDAD ES ESENCIAL Para que incluso los más sabios entre nosotros se mantengan humildes, es crucial darse cuenta de que Dios está muy por encima de nosotros en nuestro comportamiento y mentalidad, y no importa cuán parecidos a Cristo lleguemos a ser, siempre necesitamos permanecer humildes y dóciles. Como dice la Escritura: "Así mismo, jóvenes, sométanse a los de más edad. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque: 'Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.'" (1 Pedro 5:5) CONCLUSIÓN Sigamos buscando caminar humildemente con nuestro Dios, como nos insta Miqueas 6:8: "Te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios." Al abrazar la humildad, abrimos nuestros corazones a las innumerables lecciones que Dios tiene para nosotros, acercándonos cada vez más a Él y volviéndonos más semejantes a Cristo en nuestros pensamientos, palabras y acciones. Que nuestra oración diaria sea de rendición y disposición para aprender de nuestro Padre Celestial, confiando en Su sabiduría y guía perfectas. Tu siervo aspirante, Daniel M. 13 de noviembre de 2023 P.S.: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes les bendicen, por favor, visiten www.SOLIDpastors.org, donde las encontrarán publicadas, tanto en inglés como en español. Nota: Todas las escrituras citadas son de la versión NVI. Si alguna vez desean conversar, me pueden contactar en [email protected]. Que Cristo les bendiga ricamente mientras tienen sus propias conversaciones íntimas y diarias con Él. Comments are closed.
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