Mis expectativas a menudo me meten en problemas. Cuando "espero" que alguien se comporte de cierta manera, puede llevarme rápidamente a la decepción. Cuando "espero" que algo funcione, a menudo conduce a la decepción. Mientras escribo esto, puedo pensar en docenas de ejemplos de expectativas que tengo para las personas, lugares y cosas para que funcionen según mis estándares. ¿Cuál es la alternativa?
Veamos lo que dice la Biblia sobre las expectativas y cómo debemos "esperar" que funcione el mundo. LA VISIÓN BÍBLICA DE LAS EXPECTATIVAS Cuando nos encontramos cargados con el peso de nuestras expectativas, debemos recurrir a la palabra de Dios para obtener sabiduría y orientación. La Biblia proporciona una gran cantidad de conocimientos sobre cómo debemos percibir nuestras expectativas y alinearlas con la voluntad de Dios. Aquí hay cinco lecciones clave que me ayudan, y tal vez a ti, a dejar ir nuestras expectativas, experimentar menos decepciones y convertirnos en líderes que siguen a Cristo más efectivos.
En primer lugar, la Biblia nos recuerda que debemos poner nuestra esperanza y confianza en el Señor, en lugar de en nuestra comprensión o en el mundo que nos rodea. Proverbios 3:5-6 dice: "Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento; reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas". Al poner nuestra confianza en Dios, nos liberamos del peso de nuestras expectativas y permitimos que Él guíe nuestros caminos. Como líderes, debemos confiar en Dios y ayudar a otros a hacer lo mismo, especialmente cuando lideramos a no seguidores de Cristo en el mercado. Esta es una oportunidad para demostrar nuestra confianza en Dios y nuestra sumisión a una autoridad superior. 2. Aflojar Nuestro Control La imprevisibilidad de la vida es inevitable. No podemos controlarlo todo y a menudo las cosas no van como esperamos. Santiago 4:13-15 nos recuerda esto: "Vamos ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos allí un año, negociaremos y ganaremos dinero. Sin embargo, no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. En lugar de eso, deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello". Debemos recordar tener en cuenta la voluntad de Dios en todos nuestros planes y estar preparados para los cambios. Como líderes, debemos ayudar a otros a abrazar este concepto, al mismo tiempo que establecemos metas para que los demás las alcancen. Tener metas es una función buena y necesaria para los líderes, pero tener expectativas rígidas no lo es. No podemos controlar los resultados. 3. Los Grandes Líderes Son Pacientes con Metas No Alcanzadas Nuestras expectativas a veces pueden derivarse de nuestra necesidad de ver resultados o desenlaces inmediatos. Sin embargo, la Biblia nos recuerda en Habacuc 2:4: "He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullecerá, más el justo por su fe vivirá". En lugar de esperar resultados inmediatos, debemos cultivar un corazón paciente, esperando en el Señor y confiando en su tiempo. Como líderes, necesitamos demostrar paciencia y aceptación cuando nuestras expectativas no se cumplen. La Oración de la Serenidad realmente nos ayuda aquí: "Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para conocer la diferencia". 4. Encontrar Contentamiento en Dios Filipenses 4:11-13 dice: "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Nuestra fuente última de contentamiento debe ser Dios, no los resultados que esperamos. Es humano tener expectativas y nunca las eliminaremos. La prueba de un seguidor de Cristo es la forma en que responde a las expectativas no cumplidas. Podemos y seremos contentos en todas las circunstancias, cuando las cosas salen como queremos y cuando no lo hacen. 5. Descansar en las Promesas de Dios Aunque es natural tener expectativas, debemos fundamentarlas en las promesas de Dios. Hebreos 10:23 nos urge a "mantener firmes la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió". Cada vez que nos sentimos decepcionados por expectativas no cumplidas, podemos encontrar consuelo en las promesas eternas de Dios. Cada vez que hay una expectativa no cumplida, esta es una oportunidad para profundizar en la aplicación práctica de la Palabra de Dios en nuestras vidas. CONCLUSIÓN Aunque es natural tener expectativas humanas, debemos esforzarnos por alinearlas con los principios bíblicos. Al poner nuestra esperanza en el Señor, reconocer las incertidumbres de la vida, vivir por fe, encontrar contentamiento en Dios y descansar en sus promesas, podemos gestionar e incluso superar nuestras expectativas terrenales. Recuerda, los caminos de Dios son más altos que nuestros caminos (Isaías 55:9) y en cada situación, Él está trabajando para el bien de aquellos que le aman (Romanos 8:28). Amén. Tu siervo aspirante, Daniel M. 03 de octubre de 2023 POSTDATA: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes te bendicen, por favor ve a www.SOLIDpastors.org, donde las encontrarás publicadas y un repositorio de todas ellas, en inglés y español. Nota: Todas las Escrituras citadas son de la NIV (Nueva Versión Internacional). Si alguna vez quieres charlar, puedes contactarme en [email protected]. Que Cristo te bendiga ricamente mientras tienes tus propias conversaciones íntimas y diarias con Cristo. Comments are closed.
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