¿Estás impulsado a rendir al máximo?
Muchos líderes lo están. Parece que constantemente estamos esforzándonos por lograr más. Parece ser una fuerza interna en la mayoría de nosotros. Ya sea que te encuentres en el ámbito vocacional, bi-vocacional o en el ministerio laboral, hay una tendencia natural a estar excesivamente impulsado a producir resultados. Por cierto, si por casualidad no crees que ninguno de estas tres categorías anteriores te describe, por favor, considera esta Escritura: "Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa que les prometió. Sirvan a Cristo, el Señor." (Colosenses 3:23-24 NVI) TODOS ESTAMOS EN MINISTERIO A TIEMPO COMPLETO Todos estamos llamados al ministerio a tiempo completo, dondequiera que estemos y hagamos lo que hagamos. Si estás leyendo esto, estás trabajando. Y nuestro trabajo, en sí mismo, trae gloria y honor a Cristo. Desde cambiar un pañal hasta transformar un país, lo que sea que estemos haciendo puede traer honra y gloria a Cristo. Depende de nuestra actitud y de cómo abordamos el trabajo. TODOS SOMOS LÍDERES Asimismo, si no piensas que eres un líder, por favor, piénsalo de nuevo. La palabra "líder" suele ser malinterpretada, y nos imaginamos imágenes en nuestra mente de líderes más grandes que la vida, nos comparamos con esa imagen y rápidamente descartamos la idea de que lo somos. No tan rápido. Prueba esta idea. El sinónimo de la palabra líder es "influenciador". Y todos tienen la capacidad de influir en otros a su manera. Algunos influyen (lideran) en nuestros jóvenes, algunos influyen en adolescentes y otros influyen en adultos. Algunos tienen círculos de influencia pequeños y otros tienen círculos muy grandes. No importa el tamaño. A Dios le importa por igual nuestro trabajo, y lo que más le importa es nuestra actitud hacia él. TODOS QUEREMOS RENDIR Todos queremos rendir en cierta medida. La pregunta es: "¿Para quién estamos rindiendo?" Que nuestra respuesta sea Jesús. Que comprendamos que a él le importa más nuestro corazón y nuestra actitud hacia el trabajo que lo que realmente producimos. CONCLUSIÓN Todos estamos llamados al ministerio a tiempo completo. No hay nadie exento de esta comisión de Cristo. De igual manera, todos somos líderes en nuestro propio ámbito de influencia, y como seguidores de Cristo, queremos rendir buenas obras para la gloria de Cristo. La pregunta clave a responder es esta: "¿Estoy rindiendo para el Señor?" ¿Estoy tratando de agradar a Cristo o al hombre? Y, ¿cómo puedo acercarme más a agradar a Cristo y preocuparme menos por agradarme a mí mismo o a los demás? Hasta que nos encontremos de nuevo mañana, permanezco como tu siervo aspirante, Daniel M. 29 de enero de 2024 POSDATA: Queridos amigos, si estas "Conversaciones con Cristo" diarias y transparentes les bendicen, por favor vayan a www.SOLIDpastors.org, donde las encontrarán publicadas, y un repositorio de todas, en inglés y español. Si alguna vez quieren charlar, pueden contactarme en [email protected]. Que Cristo les bendiga ricamente mientras tienen sus propias conversaciones íntimas y diarias con Cristo. Comments are closed.
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