LIBERÁNDOTE DE LOS PENSAMIENTOS ANSIOSOS

Querido Señor, hoy me desperté sintiéndome ansioso, y sé que esto no proviene de ti. Expresé cómo me sentía contigo en mi tiempo de reflexión anterior, y solo hizo que los sentimientos fueran más intensos, como si les estuviera dando poder al reconocerlos. Ahora, estoy declarando tu verdad en mis sentimientos, y están empezando a disiparse. ¿Por qué sucede eso? ¿Cuál es el principio que quieres que aprenda, Señor?


Querido hijo, el amor perfecto expulsa el miedo. La ansiedad es una forma de miedo. Cuanto más te enfocas en ella, más ansioso puedes volverte. Mi amor, que es el único amor perfecto, expulsa ese miedo. Mirarme a mí y mi amor por ti resuelve tu problema con la ansiedad. ¿Es correcto?


Sí, Señor. Tu Santa Palabra es clara: "En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor" (1 Juan 4:18). Señor Jesucristo, mi Maestro y Soberano de mi alma, por favor, báñame en este momento con tu amor perfecto. Permíteme regocijarme en él, Señor.


Para aferrarte a mi amor, debes soltar tu miedo.


UNA HISTORIA DIVERTIDA PARA ILUSTRAR ESTE PUNTO
Un hombre está haciendo senderismo cuando de repente resbala y cae por un acantilado. Logra agarrarse a una rama que sobresale del lado del acantilado, evitando una caída mortal. Colgando en lo alto del suelo, comienza a pedir ayuda.


"¡Ayuda! ¿Hay alguien ahí arriba?" grita.


Después de unos momentos, escucha una poderosa voz: "Soy Dios. Te salvaré. Solo suelta la rama y te atraparé".


El hombre mira hacia abajo hacia la caída vertiginosa bajo él, y luego hacia el cielo.


Después de una larga pausa, grita: "¿Hay alguien más ahí arriba?"


ENTREGA, ENTREGA, ENTREGA
¿Por qué mis momentos de reflexión siempre vuelven al concepto de entrega, Señor? Me llevas de vuelta aquí una y otra vez. Para recibir plenamente tu amor, debo entregarme por completo, lo que incluye mi mente, que es la culpable aquí. Mi mente quiere pensar en cosas terrenales y en todo lo que debo lograr, y luego me siento abrumado y ansioso. Para recibir plenamente tu amor, lo que estoy escuchando es que debo soltar por completo estas preocupaciones que cruzan mi mente.


Hijo, ve a mi Palabra y reflexiona en versículos que te ayudarán.


LAS SIETE MEJORES SOLUCIONES PARA LA ANSIEDAD
Señor, aquí están los "Siete mejores" versículos en el Nuevo Testamento que encontré más útiles:

1. Confía en el Amor de Cristo que es Todopoderoso: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).
   
2. Confía en que la Paz de Cristo nos Protegerá: "Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4:6-7).
   
3. Practica "Un día a la vez": "Por tanto, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" (Mateo 6:25-34).
   
4. Acepta el Amor de Cristo: "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7).
   
5. Confía en el Espíritu Santo que vive en Nosotros: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7).
   
6. Sé Obediente; la Ansiedad es Pecado: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27).
   
7. Confía Plenamente en Cristo: "Y decía a sus discípulos: 'Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer; ni por el cuerpo, qué habéis de vestir'" (Lucas 12:22-26).
   
   
   

Gracias, Señor. Me siento mucho mejor y estoy listo para comenzar mi día.


Hijo, mi Palabra siempre te confortará si te entregas a ella.


ORACIÓN DE CIERRE
Sí, Señor. Una vez más, me entrego por completo a ti. Me arrepiento de tratar de vivir mi vida, una vez más, en la carne. Confío totalmente en ti. Haz conmigo lo que desees. Úsame según tu voluntad. Haz de mí el hombre que quieres que sea y guíame por el camino que deseas que siga. Te seguiré fielmente. Me arrepiento por tener pensamientos ansiosos. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Amén.


Tu siervo en formación, Daniel M.
2 de noviembre de 2023
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